Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Eclesiastés 3:1
«Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora: Tiempo de nacer y tiempo de morir, tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado…«. Eclesiastés 3:1-2
¿Alguna vez te has dado cuenta de cuánta similitud tiene nuestra vida con las estaciones del año?.
Si has sido agricultor o has conocido a alguien que se dedica a sembrar y cosechar, podrás comprender mejor cuánto se asemeja nuestra vida con los ciclos o estaciones que observamos durante el año. Un buen agricultor sabe identificar cuándo es el momento apropiado para planear, sembrar, cuidar y recoger el fruto. Así como los agricultores conocen con exactitud cuando iniciar un ciclo de producción, cada uno de nosotros debería conocer en cuál estación de su vida se encuentra, y cuál debería ser el trabajo a realizar en ella.
Por ejemplo, todos sabemos que cada estación tiene un principio y un final. Esto quiere decir que debemos aprovechar y dar lo máximo en cada estación para sacar el mayor provecho de las oportunidades que vienen con ella. Algunas personas piensan que pueden dar menos de su máximo esfuerzo y que luego tendrán tiempo de compensarlo. Sin embargo, muy a menudo, esto no puede ser posible. No podemos volver atrás en el tiempo y hacer aquello que debimos en su momento oportuno.
La otra verdad es que las estaciones vienen una después de la otra: en secuencia. Por ejemplo, la primavera siempre sigue al invierno. El otoño siempre viene después del verano. No tenemos control del orden en que suceden. Igualmente pasa con nuestra vida, no podemos tener éxito sin antes haber pasado por el proceso de planeación, siembra, cultivo y cosecha.
Cada uno de nosotros es responsable de administrar las estaciones de su vida de la mejor manera. A todos se nos han dado semillas y todos de alguna manera debemos sortear las tormentas y las sequías. Depende de cada uno plantar y cultivar diferentes tipos de cultivos: por ejemplo, sembrar en nuestra vida espiritual, en nuestras relaciones personales, en nuestro desarrollo personal, en nuestra parte física. Quizás estés en la estación donde ves frutos de tu vida espiritual, pero aún no de tu vida personal. Sabemos que cada semilla tiene su tiempo diferente para germinar y que debemos esperar el resultado si hemos seguido el orden apropiado al sembrar. El libro de Eclesiastés lo dice muy claro: «Todo tiene su tiempo y todo tiene su hora: a veces solo nos toca sembrar, otras veces estaremos cosechando».
Veamos a continuación una breve explicación de las 4 Estaciones de la Vida, que es un resumen de lo escrito por el autor John Maxwell en su libro: «Buenos Líderes hacen grandes Preguntas».
EL INVIERNO: la estación para planear: Para las personas despreocupadas del éxito y de las temporadas de la vida, el invierno es un tiempo sombrío. La tierra es improductiva, el suelo está helado. El invierno para ellos es un tiempo de hibernación, monotonía y bajas expectativas.
Para las personas exitosas, el invierno es tiempo de soñar. Es tiempo de visionar, de tener expectativas, de establecer metas y planes.
Así que en cualquier área de tu vida en la que estés experimentando el invierno, aprovecha para soñar en la cosecha que quieres recibir algún día. Piensa en grande y planea cómo vas a llegar allí donde quieres llegar.
LA PRIMAVERA: temporada para plantar: La gente que no se preocupa del éxito, continúan soñando en la primavera. Cuando deberían estar trabajando, siguen soñando. Por su lado, la gente exitosa, entiende que la primavera es el tiempo para tomar los planes e ideas del invierno y ponerlas en acción. Es tiempo de conseguir las semillas, preparar la tierra y plantar. En esta estación se requiere mucha energía, perseverancia y sacrificio. Y requiere un momento adecuado: entre más temprano siembre, más cosecha producirá. Recuerde esto: las personas que más impacto tienen en su vida, son aquellas que empezaron de jóvenes a sembrar. No obstante, si ha perdido oportunidades para hacerlo, inicie ahora mismo. Entre más pronto lo haga, mejor será su oportunidad de ver una buena cosecha.
EL VERANO: temporada de sudar: La mayoría de la gente relaciona el verano como tiempo para vacacionar y descansar. Sin embargo, eso no sucede con los agricultores ni con las personas exitosas. El verano para ellos es tiempo de cultivo. No pueden descuidar en verano lo que han sembrado en la primavera. De lo contrario no tendrán cosecha en el otoño. Para las personas exitosas, el verano es tiempo de cultivo continuo, de regar y fertilizar. Es el tiempo del gran crecimiento.
El verano puede ser una estación muy exigente, los días son largos y hay más trabajo para hacer. Pero la gente exitosa sigue adelante. Hace el esfuerzo aunque no vean aún el fruto. Siguen trabajando y confían en que los planes que hizo en invierno y el duro trabajo en esta estación producirán grandes resultados si siguen adelante.
EL OTOÑO: la estación de la producción: Para la gente que no comprendió las estaciones de la vida, el otoño es tiempo sombrío. Ver caer las hojas de los árboles, les puede generar sentimientos de pérdida. Algunos se dan cuenta quizás ya muy tarde que debieron haber aprovechado las estaciones anteriores para planear, sembrar y cultivar. Mientras tanto, para las personas exitosas, que han sabido aprovechar el tiempo de sus vidas, el otoño es tiempo de cosecha. Es el momento de ver los resultados de todo su trabajo anterior. Les trae sentimientos de logro. Se dan cuenta que ésta es quizás la mejor estación de la vida. Su meta final, es haber trabajado tan duro que ahora pueda cosechar tanto para él y para compartir con otros.
¿Cómo estás aprovechando las diferentes estaciones de tu vida? Recuerda, hay un tiempo para todo, pero cada tiempo debe ser utilizado de la manera correcta en su momento. Porque una vez que pasa tu tiempo, ya nunca lo podrás recuperar jamás.
«El tiempo no vuelve atrás, por lo tanto, planta tu jardín y adorna tu alma en vez de esperar a que alguien te traiga flores».
William Shakespeare
Deseo que cada estación de tu vida sea la mejor para lo que fue creada. Aprovéchala al máximo para que cuando llegue tu otoño tu cosecha sea grande y abundante.
Tu amiga,