Me levanté esta mañana con mi hijo Ian Josué pegado a mi espalda. Duerme profunda y reposadamente a mi lado. Tiene 8 años y se siente seguro a mi lado. Sé que disfruta mucho estar pegadito a mi espalda, olerme y sentirme a cada instante.
Cuando Ian nació era un bebé hermoso!!. La verdad como toda madre orgulloso lo miraba tan asombrada de la belleza que Dios me había regalado. Empezó a crecer sano y fuerte. De chiquito cantaba y bailada. Sus ojos azules brillaban tan intensamente cuando sonreía que simplemente derretía a cualquiera. Por los primeros dos años solo dijo 3 palabras: mamá, papá y agua, pero esto parecía ser algo normal para muchos. La gente decía; ahorita habla, muchos niños se atrasan en su lenguaje, etc, etc. La verdad durante ese tiempo no noté nada extraño en él…
Entre los 2 y los 3 años de Ian, pasó algo extraordinario en mi vida y la de él. Era tiempo de crisis en el mundo (2008-2009); perdí mi empleo. Eso me obligó a permanecer en casa y hacerme cargo de las labores domésticas y por supuesto del cuidado al 100% de mi hijo. Durante ese tiempo me dí cuenta que el desarrollo de mi hijo no era normal. Estando en casa, angustiada por la situación económica difícil que afrontábamos, pasaba la mayor parte de mi día buscando empleo o trabajando en algunos extras para ganar dinero, a la vez que cuidaba a mi hijo y hacía las labores del hogar. Por ratos, me concentraba en mi trabajo y perdía de vista a mi hijo. Pero luego reaccionaba y me daba cuenta que él no se escuchaba. Empecé a notar que permanecía largo rato sentado en el sillón jugando con cualquier cosita: a veces una tapita, a veces una bolita; siempre con cosas pequeñas. Las miraba fijamente y permanecía casi inmóvil observando el objeto. Durante ese tiempo me dí cuenta que su lenguaje no había aumentado ni una sola palabra entre los 2 y 3 años. Y empezó a embargarme un raro presentimiento. Sentía que Ian se había estancado en su desarrollo. Mi sexto sentido de mamá me decía que algo no andaba bien.
A los 3 años, por insistencia mía, lo llevamos a valorar. El médico dijo; tiene Síndrome de Asperger. Para mí en ese momento esas palabras sonaron como catástrofe!. Algo había leído sobre el Asperger pero no sabía realmente que efectos podría tener en la vida de mi hijo. Como buena investigadora, empecé a devorarme cuanto libro o texto encontraba sobre el tema. Veía videos y hacía consultas a otras mamás a través del internet. Entre más leía y veía, más me erizaba la piel al ver todo lo que podía pasar con mi hijo. Lo que más me preocupaba es que Ian no mostraba exactamente síntomas de Asperger, más bien lo que yo veía en él, reflejaba que era un niño Autista. El Autismo, es una condición un poco más grave que el asperger, con diferentes efectos en los niños, pero que sí espanta a cualquier mamá primeriza en el asunto.
A partir de ese momento mi vida cambió. Mis prioridades se revirtieron y empecé seriamente en la posibilidad de no volver a trabajar a tiempo completo. Necesitaba dedicarle tiempo a mi hijo.
La historia de Ian, mi niño con autismo, que por supuesto no relataré completa en este artículo; me enseñó algo importante: las madres deben tener suficiente tiempo para estar con sus hijos; para observar su desarrollo, para ver si el niño avanza bien o mal de acuerdo a lo esperado y para simplemente darle el amor y el cuidado que ellos merecen.
Siendo madre de 2 hijos (Sara de 11 años) e Ian de 8; estoy convencida de que toda mujer debe ser emprendedora. Por que al emprender, la mamá tiene la posibilidad de administrar su tiempo y estar al lado de sus hijos; al mismo tiempo que genera ingresos para el sostenimiento de su hogar.
Por eso, he escrito este artículo, para dejarle a las madres que, como yo, tienen hijos pequeños, 5 razones poderosas para convertirse en una emprendedora. Espero les sea de utilidad:
RAZON NO.1: Tus hijos no necesitan tiempo de calidad; necesitan TIEMPO EN CANTIDAD. Muchas personas hoy día pregonan que si les damos tiempo de calidad a nuestros hijos estará bien para ellos. Esto no es cierto. Los niños necesitan la presencia física de su madre. Necesitan compartir con ella muchos de los momentos del día. Necesitan olerla, sentirla, abrazarla, sentirse seguros y protegidos. Los niños no pueden esperar a que mamá tenga tiempo de calidad para ellos. Ellos te necesitan a lo largo y ancho del día. Cuando sienten temor, cuando tienen preguntas, cuando desean algo especial de comer, al levantarse, al bañarse, al vestirse, al comer, al jugar. Necesitan de tu presencia física, eso les da seguridad y los hace crecer como niños emocionalmente estables. El amor y el cuidado que una madre puede dar a sus hijos no puede ser sustituido por el de ninguna niñera, ni menos por el de una guardería infantil.
RAZON NO.2: Cuando algo extraño esta pasando en la vida de nuestros hijos, debemos estar ahí para observarlos, investigar o preguntarles qué les está pasando. Conocí a una madre joven hace unos 3 años, cuyo trabajo le absorbía prácticamente toda su vida. Trabajaba durante el día y hacía extras por la noche. Trabajaba algunos fines de semana y casi nunca estaba en su casa. Su hija de 14 años empezó a mostrar comportamientos extraños. Las pocas veces que se veían peleaba mucho con su mamá, le pedía mucho dinero y le hacía la guerra. Al empezar a investigar, esta madre se dio cuenta que su niña había caído en drogadicción. Lo peor de todo era que habían convertido su casa en el centro de reuniones para los chicos. Ahí consumían y atraían a otros chicos. Una casa vacía nunca es un buen lugar para que un niño o muchacho permanezca. Es importante que haya presencia de los padres en el hogar, y especialmente de la madre. Esta madre me decía que ella se arrepentía tanto de haber estado trabajando por largas horas y haber dejado sola a su hija.
RAZON NO.3: Reuniones y actividades escolares: leí en un libro acerca de un estudio que se hizo sobre el rendimiento deportivo en niños. El estudio mostró que los niños, cuyos padres los acompañaban en sus entrenamientos con frecuencia y los acompañaban a sus presentaciones; mostraban un mejor rendimiento deportivo que aquellos cuyos padres nunca iban a verlos. Esto demuestra una vez más la necesidad afectiva que tienen nuestros hijos y el deseo ardiente de que estemos a su lado en todo momento.
RAZON NO.4: Desde un punto de vista económico, la madre es la que conoce más las necesidades reales de cada miembro de la familia. Ella se puede dar cuenta cuando a sus hijos no le quedan los zapatos o la ropa. Por esta razón, permanecer en casa con los hijos, pero a la vez desarrollar una actividad económica de aporte al hogar es tan importante.
RAZON NO.5: La capacidad emprendedora, de liderazgo y de hacer múltiples tareas con eficiencia al mismo tiempo, le da a las mujeres una inmensa posibilidad de llegar a ser muy exitosa como empresaria a la vez que desarrolla sus labores como madre a tiempo completo. Esto lo he llegado a comprender a lo largo de mi vida, en mi propia experiencia y escogiendo como paradigma de vida este: como mamá y profesional NO TENGO que elegir entre hacer aquello que amo y mi familia. Dios me ha dado la capacidad para desarrollar ambas cosas a la vez. En un mundo lleno de abundancia como el que Dios ha hecho, NO TENGO QUE ELEGIR, simplemente he decidido ser mamá presente en la vida de mis hijos, pero además, he decidido ser una mujer de negocios exitosa y próspera.
Espero que estas razones poderosas le muevan a perder el miedo y tomar las decisiones correctas para usted y su familia. Recuerde, puede tener ambas cosas, no tiene porque elegir una u otra.
Estoy a tus órdenes, si en algo puedo ayudarte en este proceso!!
Tu amiga,